Blue Prince está bien. Es un juego de puzles con una mecánica de aleatorización interesante y un planteamiento de esos que engancha, con muchos misterios y cabos sueltos. También es un juego de los de usar libreta, como se solía hacer con los dungeon crawler tradicionales, con los que en cierto modo tiene nexos comunes. Y todo eso está muy bien. Su mayor enemigo son las desproporcionadas expectativas que se han generado en torno a él, con términos como metroidbrania o comparaciones con Outer Wilds y Slay the Spire. Leyendo ese tipo de referencias no puedo evitar acordarme de aquel tweet meme sobre Boss Baby: "Guy who has only seen The Boss Baby, watching his second movie: Getting a lot of 'Boss Baby' vibes from this…".